MIs más oscuras luces

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Tutorial básico y experto de zumos de naranja.

En vista de algunos blogs de ayuda al internauta que he visto últimamente, he decidido unirme a la construcción de un mundo mejor. Para ello, voy a poner todos mis esfuerzos en transmitir conocimientos exclusivos que tengo sobre ciertas materias.
Esta iniciativa viene motivada por la cantidad de “post”, que hay en los blogs , que no sirven para nada, o mejor dicho, que te enseñan cosas de un uso muy común o sencillo, y las etiquetan de “trucos”.

Mi primera aportación será el zumo de naranja.
El zumo de naranja es, y que os entre bien en la cabeza, un líquido. Para diferenciarlo de otros podemos tener en cuenta dos factores, su sabor, y su color.
El sabor es fácil de reconocer, sabe a naranja. Y su color (apréciese este dato porque nos dará la clave para diferenciar el zumo de otros líquidos con solo mirarlo), es naranja.
Una vez se domine esta parte podremos pedirnos un zumo en un bar sin que nos den gato por liebre, o en este caso, cerveza o leche.

El siguiente punto se centrará en usuarios más avanzados.

Ya sois unos expertos y podéis diferenciar por el color, o por el sabor, el zumo de naranja del agua o de la orina. Pues bien, es hora de adentrarnos en su elaboración.
Que nadie se asuste porque es muy sencillo y con esta guía de trucos lo conseguiréis hacer sin mucho gasto económico.
Ingredientes: Naranjas (tantas como nosotros queramos)
Se cortan las naranjas por la mitad con un cuchillo que corte bien. Para ello, se colocará la naranja sobre una tabla de cortar. Sujetaremos la naranja con la mano para que no se mueva al ir a seccionar. Con el filo del cuchillo apoyado sobre la mitad de una de nuestras frutas, (de hacerse al revés nos será más difícil) realizaremos un movimiento rápido en perpendicular a la tabla alzando un poco la punta del cuchillo a la vez que este baja. Se deberá quitar cualquier dedo de debajo del filo para evitar daños a propios o a terceros.
Con un exprimidor estándar, se colocará la media pieza de fruta por el lado plano y se apretará hacia abajo hasta que éste llegue a la cáscara.
Atención, la experiencia puede cambiar dependiendo del exprimidor que utilicemos.
En un recipiente, (la recomendación que hago es que sea un vaso), se verterá el líquido extraído y se tomará con presteza para que no se pierdan las vitaminas (al parecer son como las burbujas de la coca cola).

Si surge alguna duda póngase en contacto conmigo para poder hacer este tutorial mejor.

Gracias.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Biografías incompletas -Diego Maradona


No voy a encumbrar ni a criticar las idas y venidas del club de mis amores, el Athletic club Bilbao, si no que voy a hablar de un personaje del mundo del fútbol, uno de esos que a mi entender no pinta nada, pero que sigue dando de que hablar. Diego Armando Maradona, o como algunos lamentables siguen llamando, “Dios”.
Como todo futbolista tiene biografías por todas partes, y en caso del “pelusa” éstas, se cuentan por miles, es una lastima que Oscar Wilde no tenga tantas.
Futbolista Argentino que tras pasar por el equipo infantil del Estrella roja de Fiorito, el Argentinos júnior y el Boca, pasó a jugar en España, donde realizó una de las hazañas más lamentables que se han visto en el fútbol.
Debutó en el Barcelona en 1982 y un tiempo después...buah, no es esto lo que me irrita, si no la vergüenza ajena que me dan los periodistas.
¿Recuerda alguien el mundial del 2006, con Don Diego en los comentarios, en la retrasmisión de cuatro?, el locutor, de cuyo nombre no quiero acordarme, hizo el gilipollas llamando continuamente Dios a Maradona, habló con Cesc Fábregas que pasó olímpicamente de él, le importaba una mierda de paloma lo que ese gordo tuviese que decirle. El presentador no paraba de decirle, “¿has oído lo que ha dicho el mismisimo Maradona de ti?”, y Cesc con más ganas de irse que otra cosa. Luego, como es lógico, decía “Cesc está emocionado”.
Hoy vuelve a ser noticia, va a ser seleccionador de Argentina, y esto parece ser que es tan importante que ocupa todas las portadas de la prensa.
Buen futbolista si señor, técnico y rápido, solo en España marcó 27 goles en 39 partidos, lo que está muy bien. Ahora diré algo que no sale en las web de sus fans.

Gran futbolista, eso es todo, ya pasó, déjenlo en pasado, en el mismo pasado donde tuvo un altercado en el estadio San Mames, donde participó de un modo protagonista, en una de las batallas mas tristes que se han visto entre futbolistas profesionales en la LFP. El mismo pasado en el que fue drogadicto, en el que su trato con la ley no fue ningún ejemplo para los niños.
¿Dios?, y encima él va de religioso, ¿qué es este circo que habéis montado?
Que lamentable es que en esta vida si consigues marcar cuatro putos goles, se te permita, para siempre, comportarte de un modo despreciable. Espero que el devenir del futuro no esté marcado por estos personajes. Qué pensaría el Che si le viese en ese yate. Pobres Argentinos, un pais con tanto talento y creatividad tanto en las letras como en lo audiovisual, y que sea éste quien les represente.

lunes, 27 de octubre de 2008

El mundo laboral

Que curioso y fascinante es el mundo de los oficios, en mi caso por desgracia, o por suerte, he probado varios. He sufrido con penosos trabajos que precisaban de grandes esfuerzos físicos y lidiar contra las inclemencias medioambientales de mi tierra, he realizado trabajos que más que un desafío para la mente, eran una especie de freno. También he trabajado por poco dinero, muy poco y también me ha tocado llevar alguna importante responsabilidad. He probado las delicias de trabajos que no machacaban mi cuerpo, pero que suponían grandes retos cerebrales. En fin, he hecho trabajo de calle y de oficina.
Lo cierto es que todo esto no es lo que me resulta curioso, de hecho, no es ni interesante, si no lo que conlleva un oficio.
Me gustaría puntualizar que existe una, digamos, gran diferencia entre dedicarte a algo y ser algo. También hay una gran diferencia entre lo que es una persona (entiéndase “ser” como oficio) y lo que los demás creen que eres.
Tengo un amigo informático, lo cual no es raro, es como tener un amigo moreno, casi todo el mundo tiene uno, pues bien, éste amigo en cuestión sufre lo que podríamos llamar “trastorno de identidad laboral”, que no le afecta a él en concreto, si no a los de alrededor suyo. Él ha estudiado una de las numerosas ramas de la informática, pero eso la gente no lo ve. En ocasiones le suceden casos en los que le dicen;

-Oye tu eres informático, ¿no?, pues como te gustan los ordenadores, ¿por qué no vienes a mi casa y me formateas el mío?.
-Podrías echarme una mano y venir luego a casa, que el ordenador me va lento.

En estos casos la gente cree que esa persona prefiere estar delante de un ordenador que tomando una caña en un bar. Y eso que no nos imaginamos lo que tiene que ser para una persona con conocimientos nivel ingeniero superior escuchar a uno que no tiene ni idea de lo que está hablando.

-creo que va lento porque....(zas! Burrada al canto).

Otro oficio que es parecido es el de médico.

-Oye tu que eres médico me puedes decir que es este bulto que me ha salido.

Pues verás, no solo no te va a contestar porque esa no es su especialidad, si no porque ese es su trabajo, y lo hace en su horario laboral, no el domingo viendo el partido en la tele.
Imaginemos una situación. La amiga de tu madre que conoces de una sola vez hace dieciocho años en tu propio bautizo, te dice;

-Uuuuuyyyyy! Míralo! Que grande está él. Ya me ha dicho tu madre que eres odontólogo, podrías mirarme unas verrugas que tengo en la espalda.- A lo que contestas.
-por supuesto, oye, tu marido era albañil, ¿verdad?, porque no le dices que cuando salga de currar se pase por mi casa, es que tengo unos tabiques que quiero quitar para hacer más grande la sala, oye, y...estaba pensando, de la que está en casa podría enchaparme el baño, ¿sabes? Lo tengo un poco descuidado.

Puedes tener el oficio que quieras y oír las miles de frases hechas; “el oficio se lleva por dentro”, “se nota que es...” etc. Pero hay un espacio para tu trabajo y otro para ti. Si creemos que podemos abusar de un médico, o un informático o abogado también se podría hacer de con otros gremios. Tu vecina del quinto es actriz de películas para adultos, o lo que es lo mismo, porno. Subes en el ascensor y le dices;

-oye perdona, ¿me dejas grabarte desnuda practicando sexo con mi amigo informático, él puede, si quieres, instalarte Windows?

Lo mejor es que mintáis, nunca digáis cual es vuestro oficio;

-hola, y tu...¿a que te dedicas?
-soy el que escribe las emes en los “m&ms”
Nadie te pedirá ayuda.
También es curioso como cambia según el sexo de la persona. Un hombre con un puesto de trabajo un poquito importante lo suelta en cuanto puede;

-¿perdona, tienes hora?
-si, son la cinco en punto, lo se porque soy el representante de relojes...-ala, toda la chapa. Como gusta decir lo de “soy representante de...”, debe ser la palabra representante, que nos parece algo importante.
En cambio una mujer con un buen puesto de trabajo no puede decirlo un sabado por la noche, estaría dando facilidades a los buitres que aprovechan cualquier excusa, como si fuesen corrientes de aire caliente, para declarar amor;

-soy azafata.
-¿si? Habrás viajado un montón a mi me gusta vi..........(aburrimiento)
-soy abogada
-¿si? como Ally...(aburrimiento)
-soy limadora de callos en una clínica.
-zas! Silencio, no te aburren con comentarios sobre lo interesante que les parece tu oficio.
La gente que desempeña un trabajo, cobra por lo que hace y como ocurre con todo lo que el dinero toca, pierde su ilusión por hacerlo de un modo altruista.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Palabrotas

Siempre me han fascinado los idiomas, por desgracia para mí, nunca lo han hecho lo suficiente como para emprender el aprendizaje ellos. Hablo uno y mal, el inglés que chapurreo solo me sirve para no morirme de hambre en un país extranjero, el euskera un tanto de lo mismo, con menos disculpas porque vivo donde se habla. En fin, que no soy un experto ni de lejos. Aun con todo esto, me gustaría adentrarme en el fabuloso mundo del lenguaje, y más concretamente en una de sus piezas más importantes y a la vez infravaloradas y desprestigiadas. Las palabrotas.
Como ya he comentado no domino otros idiomas, así que si alguien pudiese ilustrarme sobre lo que voy a hablar a continuación, sería recompensado con mi gratitud.
La palabrota es algo necesario en la expresión de una idea positiva, negativa, dañina, bondadosa...vale para todo. Al parecer en el lenguaje escrito se trata por todos los medios de evitar su uso, pero en el hablado es un gran apoyo a la expresión de un sentimiento.
No quiero hacer publicidad barata del “taco”, ni mucho menos recomiendo a la gente que los suelte a diestro y siniestro. De hecho, me parece muy soez y vulgar su repetida utilización. Cuando un taco se repite demasiado o se dicen demasiados en una conversación, la palabrota pierde su hermosa presencia. Una palabra malsonante, como la llaman algunos eruditos de culo estrecho, tiene una fuerza especial, algo que la hace sobresaltar en un dialogo, en una misiva, monologo, discurso, no pasa desapercibida, y de ahí amigos míos, viene su fuerza y carisma.
Pondré algún ejemplo para mostrar en todo su esplendor al taco. Por ejemplo, situemonos en una calle a unos dos grados bajo cero, llevamos esperando quince minutos a una persona con la que tenemos confianza, no utilizar en caso de negocios, cuando llega a nuestro encuentro sabe que llega tarde, pero tenemos dos formas de decírselo.

-Has tardado, se ha hecho tarde, démonos prisa si queremos llegar al cine.

Qué ocurrirá en este caso, pues que os daréis prisa y llegareis al cine. La próxima vez llegará igual de tarde.

-Has tardado, es la ostia de tarde, va a ir al cine su puta madre.

Mensaje recibido, el enfado a quedado plasmado en dos sencillas palabras, da igual el tono. Probad a decir las dos frases con diferentes tonos, por muy enfadada que se diga la primera, la segunda lleva dos tacos que la hacen lo suficientemente agresiva, aunque la digáis de un modo tímido.

-Hola le llamaba para comunicarle una nueva oferta en telefonía...

Ha esta llamada tienes dos formas de contestar:
1- No gracias no me interesa.
2- Me importa una mierda.
Con la respuesta número uno tendrás otros cuatro minutos de charla telefónica, pero con la respuesta dos se colgará el teléfono casi instantáneamente.

Sales del cine y te pregunta alguien:

-¿te ha gustado?-a lo que respondes
-si, ha sido maravillosa, desde la fotografía hasta la banda sonora me ha parecido sublime, pese a que el elenco de actores es novel, ha sido para mi una grata sorpresa...

A esas alturas de tu comentario ya te habrán partido la cara. En cambio...

-Ha estado de puta madre, es la ostia.

Le acabas de hacer un favor a tu interlocutor, siendo breve y conciso.
Otro ejemplo podría ser el deporte. Me imagino levantando pesas o corriendo una maratón y justo en el momento de desfallecer oyes;

-vamos chico, que puedes, sigue así que eres el mejor.
O también;

mecágondiós!,¿ vas a rendirte ahora puto vago?

Déjame en paz versus Vete a tomar por el culo.
No me ha gustado VS Menuda puta mierda
Me duele VS Me jodo de dolor
Cachis VS Joder
No me increpes VS No me toques los cojones
Vaya, que frió VS Joder que rasca
...
Además no siempre es necesario palabras "malsonantes" para ser grosero, huevos, culo, ostia... son palabras que están aceptadas, solo es necesario buscarle otra situación.
-¿dondé esta Juan?

-Está hinchando las pelotas.

-¿qué hace Juan?, porque me está hinchando las pelotas.


No solo resalta en una oración, sino que dicho con gravedad, puede herir, insultar, animar, y dicho de un modo suave, puede ser irónico o sutil. Sería una tarea ardua el explicar cada concepto, pero creo que ya se ha cogido la idea. Puede que más adelante encuentre claros ejemplos o situaciones.
Tantos sería que lo mejor será que cada uno pruebe a imaginar situaciones de la vida en las que pueda incluir un taquito. Viereis como ayudan, siempre que no se abuse. Y ahora, a tomar por culo.

viernes, 10 de octubre de 2008

No me importa


Supongo que el siguiente tema ya se habrá tratado largo y tendido, a todos les habrá llegado uno de esos correos graciosos sobre los móviles, pero como solo hago esto por decir algo, cojo, lo suelto y punto.
Me hace gracia la forma en que ha cambiado el concepto de la utilización de los teléfonos móviles. No quiero entrar en la más que discutida polémica del aumento de su utilización, o del número de ellos que circulan. Me gustaría comentar, después de haber asumido su uso, como ha cambiado el comportamiento de la gente.
Este fin de semana he ido a Zaragoza, y he ido en autobús. Borregos y anormales me rodeaban, gente hablando a gritos, sin educación, egoístas consumados, pero lo que me llamó la atención, aunque ya me había fijado anteriormente, es la naturalidad con la que la gente ha olvidado la vergüenza. Recuerdo cuando se cogía rápido un teléfono y en voz bajita se decía: “Hola, estoy en el autobús, luego te llamo.”
Ahora no, nos gusta enseñar nuestra fantástica melodía descargada de Internet, no basta con que por todas partes me atormente Riana, o el puto “Elle, ella” no, ahora el que va sentado al lado mío me lo tiene que poner.
El autobús duerme, las luces están apagadas, y encerrado en el medio de transporte más incomodo y peligroso de todos, lo único que puedes hacer es dormir, es el único modo de hacer más liviano el pesar. Pero hoy no toca, te has acostumbrado a que una cría pija y un descerebrado estén hablando, cuando de repente, suena un móvil; “si, ya estoy en el autobús, ¿como?, no te oigo”, y por mucho que eleves la voz vas a seguir sin oírle hija de puta, la que no oye eres tú, no él. Claro que no hace falta que suene un teléfono para que alguien hable a gritos, porque hay más gente que se aburre y llama para demostrar que tiene amigos.
No es el único cambio por supuesto, pero es el que más gracia me hace. También es cierto que a la gente no le da vergüenza hablar solos por la calle. Antaño eras un bicho raro por hablar en voz alta tu solo, hoy eres parte del rebaño, y si además te pones un pinganillo en la oreja y hablas con el teléfono en el bolsillo, no solo eres un borrego más, ahora eres un borrego sofisticado.
Sabéis qué cuando tenéis alguna duda o no os acordáis de algo, al decirlo en voz alta, encontráis conclusiones o fallos que en el silencio de vuestra cabeza no hallabais. Pues bien, hay un remedio muy fácil para esto. Vas andando por la calle mientras tomas fuerzas para mandar a la mierda a tu jefe si no te sube el sueldo, en tu cabeza resuenan muletillas y entradas en la conversación, pero no te decides por ninguna. Sabes que si la dijeses en voz alta lograrías escoger mejor, pues bien, hazlo, camina por la calle principal de tu ciudad o pueblo, imagina que es un teatro, tú eres el protagonista, imagina que tu jefe, por ejemplo, esta delante, dile todo lo que piensas, escoge la mejor frase, y estate tranquilo, nadie te va mirar, porque te habrás colocado la mano en la oreja mientras sujetas tu teléfono móvil apagado. (Recomiendo que esté apagado o en silencio, si suena mientras estás ensimismado en una falsa conversación vas a quedar como un gilipollas, o se te va ha caer del susto).
Otra cosa que ha cambiado es la utilización, la gente no lo necesita para hacer llamadas, lo necesitan como cámara, agenda, videoconsola o como sustituto de su propio padre, la cosa es depender de algo. Con las publicidades agresivas de los centros comerciales, o compañías de telefonía, es hasta lógico pensar que con tres megas se oye mejor la conversación, o que un móvil con 3G manda los mensajes más rápido.
Las conductas están cambiando, y eso es bueno, hay que evolucionar, descubrir algo nuevo, innovar, pero lo que no hay que hacer nunca, es molestar a los demás cuando tratan de dormir, me da igual tu melodía.

Solo una lagrima

Claro que no debió volver nunca allí, pero nadie pudo suprimir su deseo de verlo de nuevo, aunque el esfuerzo le matase. Caminó esquivando los charcos que se esparcían por todas partes, llenaban el estrecho corredor del sonido de chapoteos. Su débil caminar, un eterno zumbido eléctrico y la rítmica percusión de un incesante goteo eran los únicos sonidos que le acompañaron. La maleta que arrastraba se frenaba en cada charco, a cada paso, la arrastraba de un modo pesado. Estaba vacía de valor, pero llena de historias, tremendas y bellas, algunas que conmovían al receptor y otras que llenaban de pena y horror, una vida entera se precipitaba por aquella calle, insignificante a otros ojos, pero al fin y al cabo, una vida. Necesitaba demostrar que toda lo bueno que había hecho no quedaba olvidado en un húmedo callejón, que de algún modo su muerte fuese trascendente para alguien. Pasó por al lado de contenedores, cubos que rebosaban basura que nadie recogía, a nadie le importaba lo que sucedía allí. Bajo las escaleras de incendios olvidadas, se veían figuras encorvadas, personas retorcidas en capullos de cartón y periódicos que le miraban interrogantes, nadie le dijo nada porque nada quería oír. Los ríos de lluvia descendían desde las estropeadas cañerías, serpenteaban entre ladrillos y paredes agujereadas por el tiempo. La humedad le destrozaba los huesos, tiempo atrás jóvenes y robustos pilares, hoy, viejos y decrépitos.
Los últimos pasos se hicieron muy difíciles, la maleta y el hambre eran sus grandes rivales pero no se podía librar de ninguno, tanto uno como otro eran viejos compañeros. Se podían oír los ruidos al fondo y supo que no le faltaba mucho camino por recorrer. Tomó sus últimas fuerzas y las empleó en llegar hasta su meta y poder así, volver a ver el centro de la ciudad, con sus luces, sus gentes caminando y divirtiéndose, ajenos todos al mundo paralelo que estaba a su lado. Un joven se paró y le miró a la cara, estaba inmóvil, le miraba atónito, parecía no haber visto nunca a un vagabundo, en su rostro se confundía la incredulidad con la pena, pero continuó el camino. Cuando giró la cabeza vio al anciano de rodillas en el suelo tratando forzosamente de llenar sus pulmones de oxigeno. Se dio la vuelta y fue donde él.

-¿se encuentra bien señor?-el anciano le miraba fijamente, y al ver una lagrima en la mejilla del muchacho le contestó.
-ahora si.

viernes, 3 de octubre de 2008

Por el mar no corren las liebres.


Un fuerte aplauso para Antena 3


Hay muchas cosas que quisiera hacer o que ocurriesen. Por un solo instante me gustaría que toda la gente de este país, (cada uno que piense en el suyo), dejasen de ver Antena 3, aunque sea un mes.
El sistema parásito de esa cadena puede verse con claridad en cualquier película. Que se estrena una de “Spiderman”, pues dan una de la primeras, por supuesto, ciclo “Indiana Jones”, incluso han tenido el valor de dar “Cortocircuito” cuando se estrenó “Wall E”.
En su parasitismo no acaba su terrorismo audiovisual, necesitan a todas horas recordarte lo egocéntricos que son. “Imágenes en exclusiva...” o “una entrevista que ha dado en exclusiva para Antena 3...”, y que luego por supuesto, es una chorrada de comentario que no va a ningún lado. Las noticias del telediario anuncian sus propios programas como si fuese importante. Te cuentan cuanta gente ha muerto en el mundo y según se les acaba lo morboso, ¡zas!, “hoy vuelven Los hombres de Paco”.
Sobre esta serie hay algo que quisiera decir. Sería muy fácil criticarla, decir una cosa en contra o a favor, pero lo cierto es que no estoy aquí para eso. Han tenido la desfachatez de hacer una propaganda totalmente fraudulenta y engañosa. Se han pasado todos los programas diciendo que llegaba el último capítulo de la serie y claro, todo el mundo en sus casitas. Después de uno de esos brillantes cambios de guión, (véase tono irónico), que esta vez afectaba a la hija del inspector Miranda, se han colgado una medalla anunciando que continuará.
No hay nadie que pueda denunciar esto. Hablé con una persona por teléfono esa noche y me dijo lo siguiente: “Es que estoy viendo los hombres de paco, que es el último de todos, mañana hablamos.” Está claro, que ha esa persona se la ha engañado igual que a todos nosotros.
Ya basta de mentiras, de series y películas con unos carteles gigantes en medio para anunciar otra cosa. Si estoy viendo “Los Simpson”, no quiero ver al puto perro saliendo de un lado de la tele.
Antena 3 solo ha acertado tres veces en su historia con la audiencia. “Los hombres de Paco, Los Simpson y Aquí no hay quien viva”, y todos y cada uno de esos programas han sido o están siendo explotados al máximo.
Ninguna cadena de televisión es tan agresiva a la hora de vender su alma por conseguir un espectador. Hubo un momento que pensaba que entrarían en mi casa y, apuntándome a la cabeza con un arma, me obligarían a ver “Sin cita previa”.
No me extraña que la voz de Antena 3 no de la cara, se le tiene que haber caído de vergüenza.

Desde aquí, mi oscuro y desequilibrado rincón, os pido...nada, no os pido nada, mejor dejo de veros y punto No será mucho perder un espectador, pero...”A Dios pongo por testigo, que...” haré todo lo que esté en mi humilde mano, para que nadie caiga en vuestro engaño.